En el mundo de la escalada, la innovación es clave para ofrecer experiencias únicas y desafiantes. Recientemente, tuvimos la oportunidad de colaborar con Dolmen Holds, el distribuidor en España de una reconocida marca estadounidense de rocódromos, en un proyecto emocionante que eleva (literalmente) el estándar de las paredes de escalada.

El Desafío: Una Pared con Inclinación Negativa

Nuestro objetivo era crear una pared de escalada con una inclinación ajustable de hasta 70 grados negativos. Este tipo de pared no solo aumenta la dificultad del ascenso, sino que también ofrece a los escaladores una variedad de ángulos para practicar, mejorando así sus habilidades y técnicas. Sin embargo, diseñar y construir una estructura que pueda ajustarse de manera segura y precisa a diferentes ángulos es un desafío técnico considerable.

La Solución: Tecnología de Precisión con Cilindros de Tornillo Sin Fin

Para abordar este reto, trabajamos en estrecha colaboración con Dolmen Holds para diseñar un sistema innovador. La solución implicó la adaptación de dos cilindros de tornillo sin fin, cada uno equipado con una reductora en el eje primario. Estos cilindros son accionados por un motor eléctrico que permite ajustar la inclinación de la pared con precisión.

El sistema está controlado mediante una botonera, lo que permite al usuario ajustar la inclinación de la pared de escalada de forma sencilla y segura. Esta solución no solo garantiza la estabilidad de la pared en cualquier ángulo, sino que también permite cambios rápidos y sin esfuerzo, adaptándose a las necesidades de cada escalador.